Triaca, los parientes y el Lázaro Báez que falta para que se hunda el "cambio"

En medio del escándalo Triaca y el siguiente despido de los parientes de los funcionarios de Mauricio Macri, se dispersa la agenda mediática para tapar lo inocultable: al gobierno solo le falta un Lázaro Báez para hacer trizas a "Cambiemos" y que la historia se repita (eso sí, sin los "beneficios" de ser peronista)...




Ni Joaquín Morales Solá pudo, en las páginas del diario 'La Nación' sostener la farsa. Se acabó el período de gracia y el Gobierno que llegó al poder con el "cambio" como su bandera no logró sino repetir uno a uno los mismos errores de la gestión la anterior, o al menos, no revertir ninguna de sus falencias.
Tanto así fue que ni el periodismo que le dio gran apoyo hasta hoy logra ya encontrar justificación alguna en el presente mar de equivocaciones tanto políticas como económicas.
Se apreció claramente esta mañana en palabras del periodista quien no pudo evitar su análisis pese a que tanto el diario en el que escribe, como 'Clarín', intentaron correr de lado el asunto desde sus tapas con otros temas que no hacen sombra pese a su importancia como son las operaciones sospechosas entre OCA y empresas de los Moyano y la inflación, tras el aumento de tarifas de la luz, el transporte y el dólar.
No es sólo el "compromiso" de Macri de bajar la inflación lo que "deberá esperar un poco más".
"Un ministro nombró a su hijo jefe de su propio gabinete. Otro ministro designó (o hizo designar) en la administración nacional a su esposa, a su padre y a su tío. Otro registró como funcionarios a su esposa y a sus dos hermanas. Son solo ejemplos, porque hay hechos tan graves como esos que no se conocen porque no revistan en el gobierno federal.
Al regreso de su gira europea, el Presidente advirtió que se le había terminado ese paréntesis de placidez entre aplausos y elogios en el exterior. Aquí debía hacer algo para dejar atrás el asunto Triaca sin soltarle la mano a Triaca. No hay un interlocutor mejor con el sindicalismo que el actual ministro de Trabajo, quien conoce a los dueños de los gremios desde que era un niño. Los vio frecuentar su casa paterna y sabe de sus fortalezas y de sus debilidades. No existe en Pro ni en el radicalismo ni en la Coalición Cívica un dirigente con esos antecedentes para hablar con los gremios. Justo cuando los sindicatos están divididos entre dialoguistas y rupturistas, y cuando se avecinan las paritarias más difíciles de la era Macri", escribió el periodista.
Afirmó además que "Macri decidió saltar sobre la coyuntura para colocar el debate sobre los familiares de los ministros. Intentó, así, sacar la discusión de lo que hizo o no hizo el ministro de Trabajo, de la inflación y de la rebelión de un sector sindical. Al final, se le deberá un favor a Triaca, porque gracias a él se conoció la cantidad de familiares de ministros que fueron contratados por el gobierno nacional. Y que ahora volverán a casa.
Quizás el aspecto realmente controvertido de las decisiones de Macri sobre los funcionarios es el que congelará los salarios durante este año. Es una decisión efectista, más aún cuando se sabe que los aumentos en el Estado no superarán el 15 por ciento. (...) El peor remedio para los problemas del Estado es pagarles mal a sus funcionarios. Tarde o temprano, solo quedarán los corruptos, que son los únicos que no necesitan salarios para vivir.
La tercera decisión (reducir en un 25 por ciento el plantel de funcionarios nacionales) es un regreso al día en que Macri asumió; desde entonces la planta de funcionarios políticos se aumentó en ese porcentaje más o menos. Con todo, no debe desdeñarse el hecho de que el Presidente haya aceptado implícitamente que fue un error ese incremento de personal".
Y apuntó también contra la oposición: "Párrafo aparte merece la hipocresía del cristinismo que salió espantado a criticar la decisión de Macri y también la presencia en el Gobierno de familiares de los ministros. El peronismo llegó a cotas inéditas de nepotismo en la administración del Estado como para escandalizarse ahora por lo que sucede con los ministros de Macri".


cris_y_macri.jpgCristina Fernández y Mauricio Macri.

Pero acaso, ¿exime ello a este Gobierno del escándalo? Un Gobierno que además llegó al poder prometiendo un "cambio", hasta ahora casi invisible, sino fuera por los rostros de los funcionarios.
"El problema de Macri es que la sociedad reacciona de una manera con el peronismo y de otra, menos permisiva, con los no peronistas. Al peronismo le otorga márgenes de arbitrariedad (y hasta de escándalos) que no les da a los gobiernos que no son peronistas. Más allá de esos límites cambiantes e inexplicables para las ciencias sociales, lo cierto es que el sistema político no está en condiciones de tolerar más discrecionalidad en el manejo del Estado. Percibir ese punto de inflexión en la tolerancia social es el desafío del macrismo si aspira a contar con un destino político", concluye Morales Solá. 
Y es cierto. Pero también es cierto que al gobierno macrista solo le falta un Lázaro Báez para terminar como el kirchnerismo, o peor que éste. De hecho, ya circulan nombres como futuros candidatos al puesto...

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